Introducción

No estamos aquí para contar nuestra vida ni para interesarnos por la vuestra. Ir en paralelo nos permite llegar al mismo sitio pero por otros caminos, sin perder a nadie de vista y sin dar rodeos.

jueves, 14 de agosto de 2008

Instrucciones para subir una escalera

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Nadie habrá dejado de observar que con frequencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables.


Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón.


Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situá un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de transladar de una planta baja a un primer piso.


Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas.

La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente.

Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón.

Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie.

(Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).

Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera.

Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.

2 comentarios:

La Elegida dijo...

Como saben hablar estos argentinos!!!

Tengo que confesar que yo conozco el númeron exacto de escalones de mi casa.
Y los he contado alguna que otra noche en la que he sin la posibilidad de tener esa actitud de mantenerme de pie que caracteriza al homínido, he tenido que subir la escalera de otra forma...

En fin, imagino que esa serán otras instrucciones-paralelas , no? ;)
L.

GOLEM dijo...

Leyendo y leyendo,me he dado cuenta de que lo que dices me ha ocurrido en algún momento de mis múltiples vidas, pero no en un plano de escalera tridimensional ni nada de eso, es más, creo que fue en un plano totalmente plano, situado en el suelo, con círculos de colores, posando pie con pie y mano con mano, intentando recorrer el camino como los simios a cuatro patas o a cuatro manos, sin llegar a ninguna parte, y tan solo porque había una voz endiablada que solía decirte lo que había que hacer, y tu como buen estúpido obedecías. Sino recuerdo mal, no se llamaba escalera, sino Twister, lo recordáis?